Los terroristas del Estado Islámico llegaron a la ciudad siria de Harasta hace tres años y enseguida cortaron la principal ruta que conecta Damasco con Homs. Al parecer, los yihadistas vieron en este suburbio de la capital siria una base desde la que podrían apoderarse de la última arteria que conecta el norte y el sur del país.
Según explicó a los periodistas el comandante de la operación, el general del Ejército sirio Salman Eisa, la táctica del Estado Islámico es "simple y probada": en cuanto ocupan un territorio, refuerzan sus posiciones allí excavando túneles subterráneos, búnkeres, etc. Además, en esta zona se encontraba una de las sedes del Ejército sirio, que está profundamente enterrada y asegurada.
"Cuando empezamos a atacarlos con la artillería y la aviación, simplemente se esconden en el búnker. Entonces formamos equipos pequeños y ganamos lentamente el espacio, expulsando a sus combatientes. Como podéis ver, en el último mes hemos liberado una zona bastante amplia", detalló el general sirio.
El éxito táctico ya está a la vista: el Ejército está avanzando y sus pérdidas son mínimas
Sin embargo, no todo es tan fácil. "El enemigo está confundido y debilitado, pero se aferra a cada tramo, a cada casamata, a cada túnel", relatan los corresponsales de 'Komsomólskaya Pravda'.
Aún así, los periodistas afirman haber visto "con sus propios ojos que la dinámica de la lucha no es favorable a los combatientes" y que el Ejército sirio "libera inexorablemente los territorios ocupados", presionando a los terroristas "kilómetro tras kilómetro, cien metros tras cien metros".
Por otro lado, el Ejército también está muy afectado tras casi cinco años de guerra civil, mientras que en la mayoría de los sectores clave del frente los terroristas llevan años reforzando su defensa.
Por esa razón el Ejército va a la ofensiva "con cuidado", metro a metro, tomándose su tiempo para detectar y desmantelar los puestos de tiro del Estado Islámico, señalan los corresponsales del diario ruso explicando que gracias a esta táctica "las pérdidas son mucho menores de lo que hubieran sido en el caso de un asalto frontal y sin preparación".
"Dado que los recursos humanos de los combatientes no son infinitos y su logística está interrumpida gracias a la aviación rusa, tarde o temprano esa táctica dará un resultado estratégico", escriben los periodistas.
"Aunque el éxito táctico ya está a la vista: el Ejército está avanzando, y sus pérdidas son mínimas", concluyen.