Pese a que el próximo año la Armada de EE.UU. prevé comenzar a construir nuevos destructores de misiles guiados de clase Arleigh Burke (DDG-51) Flight III, equipados con el nuevo radar de defensa misil y aérea AN/SPY-6, a medio plazo se tendrá que crear un nuevo buque de combate que reemplace los antiguos cruceros de clase Ticonderoga y DDG-51, escribe Dave Majumdar en su artículo publicado por 'The National Interest'.
El "Futuro Buque de Combate de Superficie" debería entrar en servicio en 2030, señala el autor, y a pesar de que hoy en día ni siguiera la propia Armada sabe cómo podría ser, se pueden hacer ciertas suposiciones.
En primer lugar, Majumdar indica que el nuevo buque necesitará generar una enorme cantidad de electricidad necesaria para las armas navales que, según algunas predicciones, van a incluir láseres y cañones de riel. También es muy probable que el buque tenga que operar de forma simultánea radares y otros sistemas que consuman mucha energía.
La adición de armas eléctricas podría resolver el problema de la profundidad del almacén. Además, la introducción de cañones de riel y láseres que sean lo suficientemente prácticos para un buque de guerra dejaría disponibles los tubos de misiles para las misiones de ofensiva. Aquellos tubos de misiles podrían llenarse con nuevos misiles antibuques y misiles de crucero de ataque terrestre de largo alcance de la siguiente generación, explica el autor.
No obstante, para que esto sea posible, el tamaño y los requisitos de energía para los cañones de riel y láseres deben reducirse. Asimismo, estas armas deben ser capaces de disparar rápidamente, de manera fiable y precisa para poder sustituir a los misiles como el Standard SM-6, señala Majumdar.
Al mismo tiempo, el futuro buque debería tener suficiente capacidad de refrigeración para este tipo de sistemas, que incluiría no solo armas de energía directa sino también una gran cantidad de sensores y sistemas de guerra electrónica. Como consecuencia, para satisfacer los requisitos de energía, se debería considerar en serio la propulsión nuclear, opina el autor.
Haciendo referencia a la nueva estrategia de EE.UU. denominada "letalidad distribuida", Majumdar señala que "según lo admite la propia Armada, sigue siendo, en la mayor parte, una presentación de PowerPoint". "Mientras tanto, los rusos parecen haber realizado algo muy similar sin fanfarria ni atención, según lo ha demostrado el reciente ataque de misiles del mar Caspio", concluye Majumdar.