De acuerdo con el comunicado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos del pasado lunes, la compañía aeroespacial Northrop Grumman Corporation será la encargada de la fabricación y desarrollo de los nuevos bombarderos de largo alcance (LRS-B, por sus siglas en inglés). La primera fase del contrato incluye la producción de 21 aviones y se estima que al finalizar la flota cuente con un total de 100 aeronaves.
"Nos enfrentamos a un entorno de seguridad complejo. Es imprescindible que nuestra Fuerza Aérea invierta en gente capacitada y capaz, con la tecnología adecuada para defender la nación y sus intereses a un precio asequible", declaró Deborah Lee James, secretaria de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
La corporación norteamericana Northop Grumman, que también se encargó de la construcción de los bombarderos B-2, está considerada el tercer mayor contratista militar de EE.UU. Se estima que cada avión alcanzará un costo de 511 millones de dólares, según cifras del año 2010.