La joven había cambiado de nombre: ahora se hacía llamar Alexandra Ivanova, informa RIA Novosti.
Sospechosa de participar en una organización terrorista, permanecerá en prisión como mínimo hasta el 23 de diciembre. Puede enfrentarse a penas de hasta 15 años de prisión.
La joven ha reconocido la culpa, ha prestado testimonio y está dispuesta a colaborar con la investigación, informa Interfax.
Según algunas informaciones, Varvara Karaúlova siguió manteniendo el contacto con un ruso que ahora se encuentra en Siria y lucha a favor de Estado Islámico. Sin embargo, el abogado de la estudiante admitió no estar al tanto.
Karaúlova, que estudiaba árabe y religión islámica, consiguió un pasaporte sin informar a sus padres. El pasado 27 de mayo, en lugar de ir a la universidad como habitualmente, viajó a Estambul, dejando una nota en la que únicamente pedía a su madre que sacara a pasear al perro. La joven fue declarada desaparecida cuando sus padres informaron de que no eran capaces de ponerse en contacto con ella.
Regresó a Moscú el pasado 11 de junio después de haber pasado varios días en un campamento de refugiados situado en la ciudad turca de Batman.