Un artículo publicado en el diario 'The New York Times' ha permitido conocer que semanas antes de llevarse a cabo la operación con la que las fuerzas especiales SEAL pusieron fin a la vida del líder de Al Qaeda Washington pensaba bombardear el complejo pakistaní donde se ocultaba.
Según el diario norteamericano, un grupo de abogados pertenecientes a la CIA y al Consejo de Seguridad Nacional fue el responsable de impedir que tal ataque fuera ejecutado. El grupo de letrados demostró que dicha acción traería consigo "importantes daños colaterales" a nivel legal pues pondría en riesgo la vida de cientos de civiles.
"Pese a que EE.UU. llevaba una década de conflicto con Al Qaeda, la estrategia propuesta exigía dar respuesta a un gran número de importantes cuestiones legales, muchas de ellas sin precedentes", señaló el experto en derecho Robert M. Chesney, que trabajó con el Departamento de Justicia en 2009.
El informe dio a conocer igualmente los planes que el Gobierno de Obama tenía en caso de capturar con vida a Bin Laden. Trasladarlo a la cárcel de Guantánamo, ejecutarlo y arrojar su cuerpo al mar eran algunas de las opciones. Para muchos, contradictorias e ilegales.