"Se trata de un pequeño daño mecánico. Pero, según la parte egipcia, no presentaba ningún efecto térmico", declaró el ministro de Transporte de Rusia, Maxim Sokolov.
"La investigación de los accidentes aéreos no se basa en la formación de versiones, ni en su refutación o confirmación. En primer lugar, nos gustaría acceder al lugar de la catástrofe para estudiar elementos de la aeronave que puedan esclarecer la tragedia: si el avión se destruyó en el aire o lo hizo al estrellarse contra el suelo", explicó el jefe de la Agencia Federal del Transporte Aéreo de Rusia, Alexánder Neradko.
"Una caja negra fue extraída de la cola del avión y ha sido enviada para que la analicen los peritos", informó la oficina del primer ministro egipcio Sherif Ismail.
El avión con 224 ocupantes a bordo cubría la ruta Sharm el-Sheij (Egipto) - San Petersburgo (Rusia) y se estrellaba este sábado en el norte de la península del Sinái, Egipto. Antes de desaparecer del radar, el avión descendía a una velocidad de unos 1.800 metros por minuto. A su bordo se encontraban 17 niños entre 217 pasajeros y 7 tripulantes.