El avión U-2 de Lockheed es uno de los más duraderos de la Fuerza Aérea de EE.UU. permaneciendo ya casi 60 años en servicio.
Al no contar con un tren de aterrizaje convencional y por su ligereza, es uno de los más difíciles de despegar y aterrizar. Es por eso que durante los aterrizajes, es acompañado por un vehículo que lo guía sobre la distancia respecto al suelo y los ángulos.
Para despegar se le instalan ruedas auxiliares bajo las alas, que quedan en la pista al iniciar el vuelo.
El avión es capaz de subir a la estratosfera, volando a 21.000 metros de altura. Cuenta con una autonomía de 12 horas y un alcance de más de 10.000 km.
Además de ser un avión de vigilancia, ha sido utilizado para calibrar satélites.