El sistema estelar KIC 8462852 atrajo la atención de los científicos cuando hace unos años se descubrió en él una inusual fluctuación de luz, lo que dio pábulo a una ola de suposiciones sobre su posible origen extraterrestre. El Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (Search for ExtraTerrestrial Intelligence, SETI) organizó una investigación de la estrella con el telescopio Allen Telescope Array, que monitorea las longitudes de onda. Tras analizar la anomalía durante dos semanas, SETI ha concluido que no ha detectado señales de radio.
KIC 8462852 es una estrella situada entre las constelaciones de Cygnus y de Lyra, a unos 1.500 años luz de la Tierra. Los datos del observatorio espacial Kepler mostraron en octubre que la luminosidad de la estrella aumenta y disminuye de manera rápida e irregular, algo que ya fue percibido hace unos años por usuarios del sitio web Planet Hunters.
Aunque las observaciones del telescopio Allen Telescope Array no han encontraron señales de origen alienígena, los científicos no pierden la esperanza de encontrar una explicación para estos extraños cambios en la luz del cuerpo celeste, por lo que planean usar un telescopio de radio mucho más potente denominado Green Bank.