Según 'The Times', el Gobierno del Reino Unido cada cinco años presenta una nueva estrategia de seguridad nacional que contiene los resultados de su análisis de las amenazas a nivel mundial que podrían afectar al país. En el año 2010, cuando fue publicada la estrategia de seguridad actual, la lista de las amenazas de alto grado no incluyó a Rusia.
Al igual que Rusia, el gobierno británico incluiría en la mencionada lista amenazas como "la inestabilidad asociada a la masiva afluencia de inmigrantes a Europa, el terrorismo y las actividades de los grupos extremistas como el Estado Islámico, y la propagación del ébola", sostienen los expertos de 'The Times'.
El periódico señala que la probable decisión de las autoridades británicas podría deberse a "los acontecimientos en Ucrania".
Los países occidentales en repetidas ocasiones han acusado a Rusia de "intervenir en el conflicto en Ucrania". Rusia por su parte rechaza las acusaciones de injerencia en el conflicto bélico en Donbass, e indica que Crimea se convirtió en un sujeto de la Federación Rusa a través de un referéndum en el cual más del 96 por ciento de la población de Crimea votó a favor de la reunificación con Rusia.
Después de la caída del comunismo, Occidente paradójicamente se enfrentó a una "falta de enemigos", destaca por su parte el portal Contra Magazin. Así que para estimular el desarrollo del Ejército y la economía, Occidente vuelve a usar a Rusia como un "enemigo", que presuntamente amenaza la prosperidad de Europa y EE.UU. La economía de Occidente necesita del antagonista. En cuanto se elimina la imagen de un enemigo (por ejemplo, Osama bin Laden), inmediatamente debe aparecer una nueva. "Una Rusia que se está fortaleciendo es exactamente lo que necesita, puesto que Putin está creando la unión económica alternativa de los países BRICS, que puede suponer un riesgo para el bienestar de Occidente", concluye.