"Ninguna fuerza puede separar la familia"
Este sábado el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, se reunió con Ma Ying-jeoun, presidente de Taiwán, también llamada República de China, por primera vez desde que ambos países quedaran divididos al final de una guerra civil en 1949.
En el encuentro calificado de histórico Xi Jinping, cuyo gobierno ve una China unida, señaló que el pueblo chino a ambos lados del estrecho de Taiwán puede resolver sus propios problemas al destacar que "ninguna fuerza" puede separar la "familia" china. Al mismo tiempo no se realizó ninguna declaración conjunta, ni se firmó ningún acuerdo, con lo cual el encuentro es nada más que simbólico.
Un país, dos gobiernos
Taiwán, bajo el control del Partido Kuomintang, se separó de la China comunista de Mao Zedong en 1949 como resultado de la guerra civil. Entretanto, fue precisamente el Kuomintang el que en 1945 anunció a China como la potencia vencedora en la guerra con Japón, mientras que hasta 1971 un representante taiwanés ocupó la silla de China en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, Taiwán como Estado independiente fue reconocido solo por dos docenas de países. La razón es bastante simple: no irritar a China que califica a Taiwán como su provincia rebelde. El principal garante del estatuto actual de Taiwán es EE.UU., que tiene con Taipei un tratado de seguridad mutua firmado en 1954. No obstante, en 1979 Estados Unidos revocó el reconocimiento de Taiwán como Estado y estableció relaciones diplomáticas con China.
Bajo la gobernación del actual representante del Kuomintang, Ma Ying-jeoun, las relaciones de Taipei y Pekín han mejorado. Ambas partes acordaron basarse en el llamado Consenso de 1992, cuando Pekín y Taipei acordaron de manera clara que en el escenario mundial puede haber "una sola China", pero con el derecho de interpretarlo de forma diferente. Todo indica que China y Taiwán poco a poco han ido hacia un camino denominado como "un país, dos sistemas", como fue en el caso de Hong Kong.
Los últimos siete años se ha notado un mejoramiento significativo entre las relaciones de China y Taiwán. En 2008 se establecieron conexiones aéreas directas. En 2010 se firmó un acuerdo de cooperación económica. El comercio anual mutuo entre Taiwán y China es de 198.000 millones de dólares. China es el principal socio económico de Taiwán. Además, Pekín promete eliminar todas las restricciones a la libre circulación de personas a través del estrecho de Taiwán. La interacción entre la economía de alta tecnología de Taiwán (aunque es 20 veces más pequeño que el de China) con el potencial de China promete un efecto sinérgico para la economía china.
La importancia del enérgico acercamiento
Para resolver la cuestión con Taiwán "Pekín está dispuesto a gastar un montón de tiempo y esfuerzo". "Sin presionar a los taiwaneses, [China] no les permitirá optar por la independencia ni les permitirá convertirse en un juguete en manos de otros", asegura el artículo publicado en la revista Vzglyad.
El carácter simbólico de esta reunión, según el autor del artículo, se explica por el hecho de que en pocos meses Taiwán podría cambiar de líder y "podría volver al poder el Partido Democrático Progresista con sus juegos de declaración de independencia".
"Por lo tanto, para Pekín es importante demostrar que el acercamiento ha entrado en una nueva etapa: mostrar que la provincia rebelde tiene un buen líder", que "busca avanzar hacia la reconciliación aunque lo hace gradualmente", asegura el autor del artículo, Piotr Akopov.
"Si las dos orillas [China y Taiwán] son capaces de acercarse lo suficiente para que nunca en el futuro ningún portaviones estadounidense pueda deslizarse entre ellos, se dará un paso importantísimo en la resolución de la cuestión taiwanesa", señala la publicación.