Los ingenieros de Volkswagen manipularon la presión de los neumáticos y mezclaron el diésel con aceite para motor para que los vehículos consumieran menos combustible, un engaño que comenzó en el 2013 y que se extendió hasta el primer semestre de este año, informa Reuters.
"Algunos empleados han indicado en una investigación interna que hubo irregularidades al establecer los datos de consumo de combustible", señala la agencia. La semana pasada Volkswagen dijo que había subestimado el consumo de combustible y las emisiones de dióxido de carbono de unos 800.000 vehículos vendidos en Europa y que pagaría los impuestos adicionales que se cobren a sus usuarios como resultado del escándalo.