Washington anunció el envío de un pequeño contingente de fuerzas especiales a Siria con el objetivo de "prestar ayuda" a los militantes que luchan contra los terroristas, pero esta decisión tiene objetivos oscuros, dijo Joshua Landis, profesor del Centro de Estudios de Oriente Medio de la Universidad de Oklahoma en una entrevista a RT en inglés.
El presidente Barack Obama "antes que nada solo intenta responder a sus críticos", quienes se han quejado que EE.UU. está perdiendo influencia en Oriente Medio, dijo Landis, quien considera que la Casa Blanca no quiere destruir al Estado Islámico, sino solamente contenerlo hasta tal punto que no represente un peligro para los estadounidenses.
"Es cierto que él [Obama] dijo que va a destruir al EI, y muchos esperan esto, pero poco después dijo que esto tomará muchos años", recuerda el experto. "Washington no tiene suficiente influencia para que la llamada 'oposición moderada' a la que apoya, pueda regular la situación política en Siria. EE.UU. no sabe qué hacer en ese país, mientras que Rusia tiene la posibilidad real de ayudar a formar la política siria", agregó.
Según Landis, el país norteamericano está acostumbrado al papel de policía mundial y no quiere admitir que no puede ayudar a Siria, y por el contrario desea que el conflicto sirio continúe indefinidamente.