Una nueva ola de violencia en el estado mexicano de Guerrero causa 21 muertos en dos días
Un grupo de civiles armados mató a seis personas que pertenecían a la familia del exdirector de Seguridad Pública de Chilapa, Silvestre Carreto González. Entre los asesinados había dos niños, de siete y un año, y su madre, informa el canal Univisión haciendo referencia a la Policía estatal.
En otros dos ataques que tuvieron lugar en Guerrero el domingo murieron al menos 15 personas, 12 de ellas en una pelea de gallos clandestina en la comunidad de Cuajinicuilapa y otras tres durante un partido de fútbol en las inmediaciones del puerto turístico de Acapulco.
Guerrero, un estado con presencia de varios grupos de narcotráfico, se ha convertido este año en el más peligroso del país. En agosto se registró aquí el nivel más alto de homicidios dolosos de México: 37 casos por cada 100.000 habitantes. Al mismo tiempo, el famoso balneario de Acapulco se convirtió en escenario de una sangrienta confrontación entre cárteles, con 700 asesinatos registrados en la ciudad desde el inicio del año pasado.
El pasado 29 de octubre 1.500 policías federales se desplegaron en varias áreas de Guerrero y, de acuerdo con la estrategia gubernamental adoptada para reforzar la seguridad en la región, deben vigilar los lugares con mayor incidencia criminal, incluidas la zona costera y las colonias populares.