La adquisición de los cazas F-35 consume tanta cantidad del presupuesto estadounidense que es muy probable que, en el futuro, las autoridades del país soliciten menos unidades. Si se mantienen esos gastos, la Fuerza Aérea no podría asumir económicamente el desarrollo de este avanzado bombardero estratégico, según ha indicado Richard Aboulafia, vicepresidente y analista de la corporación Teal Group y ha publicado Air Force Times.
Las previsiones del Departamento de Defensa para el año fiscal 2016 incluyen la compra de 44 cazas F-35, mientras que en 2017 serían otros 48 aviones y, entre 2018 y 2020, cada año fiscal incorporarían otros 60 de estos aparatos. En total, el costo de adquisición de 1.763 aviones F-35 —sólo respecto a la Fuerza Aérea, sin contar la Infantería de Marina y la Armada— ronda la exorbitante suma de 215.000 millones de dólares.
El analista del American Enterprise Institute, Mackenzie Eaglen, cree que hasta 2020 el programa adquisiciones de F-35 'se comerá' más de la mitad de los fondos asignados y, si las autoridades no aumentan el presupuesto federal de defensa para afrontar esta operación, la Fuerza Aérea tendrá que conformarse. Además, "Canadá y Noruega tienen previsto salir del programa conjunto para diseñar y fabricar F-35 y eso generaría un aumento de su precio unitario", recuerda Eaglen.
Por otro lado, la Fuerza Aérea norteamericana también planea comprar entre 80 y 100 bombarderos de largo alcance por 100.000 millones. Estas aeronaves reemplazarían a la flota de los bombarderos estratégicos B-1 y B-52.