Durante décadas estas tropas han garantizado que el enemigo nunca se atreviera a usar armas químicas o bacteriológicas contra Rusia. Este viernes, 13 de noviembre, celebran su fiesta profesional.
Su mera existencia hizo que ni la Alemania nazi, que acababa de desarrollar sus mortíferos agentes nerviosos (tabún y sarín), ni Japón, con sus armas bacteriológicas, se atrevieran a emplear su arsenal. Sabían que sus posibles ataques serían neutralizados y castigados.
Numerosas operaciones peligrosas, como el descubrimiento de fuentes infecciosas, son realizadas ahora por robots. Y solo después llegan estos soldados con su equipo, para llevar a cabo la obligatoria descontaminación, desinfección y saneamiento del personal expuesto a peligro.
El video del entrenamiento de estas tropas en el saneamiento de terreno que les presentamos a continuación fue grabado en un polígono ubicado en las afueras de Moscú.