"No creo que [el EI] esté ganando fuerza", dijo Obama en una entrevista con ABC News. "Desde el comienzo nuestro objetivo ha sido contenerlo y los hemos contenido", subrayó el mandatario.
"Lo que no hemos logrado hacer todavía es decapitar completamente sus estructuras de mando y de control", admitió Obama.
El presidente achacó a los esfuerzos de su país en la región el hecho de que el EI "no gane terreno en Irak y Siria", afirmando que "no se perciben avances sistemáticos del EI".
Ese mismo día al menos 132 personas fallecieron y centenares resultaron heridas en la capital francesa tras una serie de atentados coordinados. El EI se atribuyó los ataques.
Después de la tragedia la Casa Blanca se apresuró a defender las declaraciones de Obama.
El asesor adjunto sobre la seguridad nacional, Ben Rhodes, afirmó el pasado domingo en varios canales estadounidense que el presidente solo se refirió en sus declaraciones a "la expansión geográfica en Irak y Siria".