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"El imperio del miedo": Por qué debemos responder al terrorismo con unidad
"Este terrorismo al que se enfrenta ahora Occidente, este mal que rechaza la santidad de la vida y solo desea infundir miedo para que sus hordas puedan gobernar y esclavizar, carece de base religiosa", sostiene en su último artículo para RT la escritora y analista Catherine Shakdam, que aboga por responder con unidad a la amenaza terrorista.
La analista Catherine Shakdam hace hincapié en que la ideología del Estado Islámico "no se basa en el islam, sino en el wahabismo, una delegación fascista que nació en la mente de un pseudo-académico, Muhammad Ibn Abdul Wahhab, un tirano cuyo único propósito era levantar un imperio del miedo en Arabia, en pleno corazón del islam, para aprovechar mejor su legitimidad religiosa".
"Este es el mal que golpeó el corazón de Europa: el islam no tomó parte en este ataque, aunque ya se han levantado voces pidiendo una caza de brujas" contra los musulmanes, denuncia la analista, que lamenta que "el islam como fe y los musulmanes como pueblo se presenten como algo extranjero, incluso incompatible con los valores del mundo occidental".
En opinion de la experta, muchas veces somos incapaces de ententer que "el terrorismo solo puede respirar y reproducirse cuando la sociedad está fracturada y comunidades enteras son excluidas a causa de su fe, etnia o posición social".
En este sentido, la autora cita las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, que dijo en el marco de la cumbre del G-20 que solo es posible combatir el terrorismo juntos, "aunando los esfuerzos" de toda la comunidad mundial.
En este sentido, Shakdam recalca que la clave para derrotar el terror es la unidad, y no la alienación o señalar con el dedo, o la islamofobia, la 'arabofobia' o "cualquier otra forma de xenofobia".
"El terrorismo es un mal temido por todos. ¿Por qué creen que los refugiados de guerra arriesgaron sus vidas para llegar a Europa? ¿Creen que Europa es tan grandiosa que cientos de miles lo arriesgarían todo y lo perderían todo por el placer de pasear por las calles de las capitales occidentales y disfrutar de los privilegios de la civilización occidental?", pregunta Shakdam.
"Déjenme decirles por qué los refugiados huyeron de sus hogares. Este miedo que todos sentimos cuando París fue atacado, esta sensación de temor que todos experimentamos por la idea de que nuestros seres queridos podrían estar enfrentándose al cañón de un arma de fuego, eso es precisamente de lo qué tantos han huido en Oriente Medio", explica la escritora agregando que "antes de culpar a los más vulnerables", hay que recordar que precisamente del terrorismo del Estado Islámico es de lo que están huyendo.
¿Por qué París y por qué ahora?
¿Por qué París y por qué ahora? Esas son las preguntas que lanza la autora del artículo.
En cuanto a la primera cuestión, Shakdam recuerda que Francia es el hogar de la comunidad musulmana más grande de Europa, la comunidad que más ha sufrido por la "racha ultrasecular de la República Francesa".
"Condenados al ostracismo y marginados de la sociedad, los musulmanes franceses se han sentido siempre extranjeros en su patria, víctimas injustificadas de la era postcolonial", opina la experta.
"Es este sentido de la marginación, esta ira contra 'los hombres blancos' y contra la coacción económica y social que ejercían, es lo que a menudo empujaba a los jóvenes a los brazos del radicalismo", explica.
¿Creen que Europa es tan grandiosa que cientos de miles lo arriesgarían todo y lo perderían todo por el placer de pasear por las calles de las capitales occidentales y disfrutar de los privilegios de la civilización occidental?
En cuanto a la segunda pregunta, la analista enfatiza que los atentados de París se produjeron después de una serie de ataques contra las principales fuerzas que luchan contra el EI en Siria.
Según Shakdam, el Estado Islámico claramente buscaba "erosionar la voluntad de las personas más comprometidas con su destrucción".
Finalmente, subraya la analista, para acabar con este mal y prevenir atentados como los de París, hay que unir fuerzas. "Si vamos a levantar una gran alianza contra el terrorismo, tenemos que exigir que todos nuestros socios políticos, en casa y en el extranjero, miren de manera eficiente a sus propios defectos, para no alimentar la llama del fascismo y extinguirlo juntos", recalca.
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