Rusia y China han firmado un contrato de compra de 24 cazas multifuncionales Su-35 por valor de alrededor de 2.000 millones de dólares, según ha confirmado el director general de la corporación estatal Rostej, Víctor Chémezov, y ha publicado el diario ruso 'Kommersant'.
De este modo, China se ha convertido de manera oficial en el primer comprador extranjero de estas aeronaves. "Este contrato no tiene precedentes en la historia de las entregas de aviones de combate", ha comentado al diario una fuente involucrada en el ámbito de la cooperación técnico-militar.
Este contrato no tiene precedentes en la historia de las entregas de aviones de combate
Este miércoles, durante una reunión de la comisión intergubernamental en el área de cooperación técnico-militar, Rusia y China han determinado los puntos priotarios de sus futuros acuerdos en este ámbito. En particular, ambas partes han expresado su interés en trabajar de manera más estrecha en el desarrollo de motores de aviones.
A finales de septiembre, Indonesia también se interesó por los cazas rusos Su-35, cuando se conoció que el Ministerio de Defensa del país había decidido sustituir un escuadrón de 16 aeronaves estadounidenses F-5 Tiger por estos aviones multifuncionales.
Sukhoi considera que el Su-35 modernizado es un caza de generación 4++, pero por sus propiedades de avión furtivo —gracias a sus materiales absorbentes de ondas de radio— puede considerarse de quinta generación.
El potencial técnico del Su-35 supera al de otros aviones de caza de cuarta generación, como el francés Rafale; los estadounidenses F-15 Eagle, F-16 Fighting Falcon, F/A-18E/F Super Hornet y F-35 Lightning II (quinta generación) y Typhoon, del consorcio europeo Eurofighter.
La velocidad máxima en tierra de este aparato es de 1.400 kilómetros por hora, mientras que en aire pude alcanzar 2.400 kilómetros por hora y una altura máxima de 18.000 metros.
Además, la capacidad de este modelo para localizar objetos en modo aire-aire es de más de 400 kilómetros, mientras que su sistema de radar puede detectar y seguir múltiples blancos a distancias superiores a 80 kilómetros.