Esta fuente oficial, citada por la agencia Tass, ha agregado que "la operación contra el Estado Islámico continuará".
"El Ministerio de Defensa ruso ha invitado de manera urgente al agregado militar de la embajada de Turquía en Rusia para presentarle una nota de protesta por el acto de la Fuerza Aérea de su país", afirmó el Ministerio.
El Ministerio calificó el ataque al Su-24 como un "acto hostil", mientras que su servicio de prensa señaló que "los esfuerzos de los representantes del Ministerio de Defensa ruso para colaborar y establecer una línea de comunicación de emergencia con el lado turco no han sido exitosos".
Este martes, varios medios informaron, remitiéndose a la televisión turca, que un avión militar no identificado se había estrellado en Siria, cerca de la frontera con Turquía.
Más tarde, el Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que se trataba de un bombardero táctico Su-24 perteneciente a su Fuerza Aérea. Según las autoridades rusas, citadas por la agencia de información RIA Novosti, el avión siniestrado volaba sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan sus medios objetivos de control.
Rusia ha tachado de grave el incidente del derribo del bombardero Su-24 en Siria.
"El ataque contra el Su-24 tendrá trágicas consecuencias para las relaciones ruso-turcas", dijo el presidente ruso Vladímir Putin en el marco de la reunión con el rey Abdalá II de Jordania.
"La pérdida de hoy [del avión] es como si los cómplices del terrorismo nos hubieran apuñalado por la espalda. Lo que pasó hoy no puede calificarse de otra manera", declaró.