Según informa RIA Novosti con referencia a fuentes militares diplomáticas, en la reunión del consejo de representantes permanentes de la OTAN sobre el incidente con el avión militar ruso se evidenciaron pronunciados desacuerdos. Algunos representantes de los países miembros de la organización mostraron una actitud muy cautelosa acerca de "las quejas de Turquía".
Además, se agrega que el registro de las conversaciones de los pilotos turcos, proporcionado por el representante de Turquía, se caracteriza como "muy confuso".
De este modo, Turquía por ahora no ha logrado demostrar la violación de sus fronteras por parte del bombardero ruso. Según la fuente, esta es la razón por la que los presentes en la reunión no llegaron a un acuerdo común y Jens Stoltenberg tuvo que presentar su declaración personal en la intervención final ante el consejo.
En el laberinto del "teatro de sombras" de la OTAN
El representante permanente de Rusia ante la OTAN, Alexandr Grushkó, comentando los resultados del consejo, afirmó que Ankara, apoyándose en los motivos de solidaridad, forzó a la Alianza Atlántica a justificar sus acciones ilegales que no solo socavan los esfuerzos comunes en la lucha contra el EI, sino también crean riesgos para la seguridad de los países aliados de Turquía, reporta Tass.
"Esto confirma una vez más que la OTAN no se dirige por los principios de los que les gusta tanto hablar a sus representantes, sino por la conveniencia política", expresó el diplomático ruso.
"Este 'teatro de sombras' parece especialmente extraño en el contexto de la resolución 2249, recientemente adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU, que exige a los Estados combatir la amenaza del terrorismo con el uso de todos los medios", señaló Grushkó.