Según el analista, para explicar "esta provocación, aparentemente sin sentido, es necesario atravesar las múltiples capas de la ofuscación que rodea las narrativas occidentales alrededor de Siria y de los combatientes del Estado Islámico".
Glazebrook argumenta que la crisis política en Siria no ha cambiado mucho desde el estallido del conflicto en 2011: "Occidente, Turquía y las monarquías del Golfo patrocinan una serie de escuadrones de la muerte que se empeñan en derrocar al Gobierno sirio, mientras que Rusia, Irán, Irak, Siria (obviamente) y Hezbolá se resisten a este proyecto".
¿Fue el Estado Islámico creado para servir a la OTAN?
"El auge del Estado Islámico no ha cambiado fundamentalmente esta dinámica subyacente", escribe el autor del artículo. Glazebrook añade que "en las guerras civiles, solo hay realmente dos lados siempre y en la guerra civil de Siria la OTAN se mantiene en el mismo lado que el EI".
En este sentido, Glazebrook cita las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, quien calificó el ataque turco de una "puñalada por la espalda por parte de los cómplices de los terroristas" y se preguntó: "¿Quieren poner la OTAN al servicio del Estado Islámico?".
"O, podríamos ampliar, ¿fue el Estado Islámico creado para servir a la OTAN?", añade el analista.
En su opinión, el inicio de la operación rusa en Siria hace dos meses ha activado alarmas "en el campamento del cambio de régimen".
"Contradiciendo toda su retórica en contra del EI, EE.UU. y el Reino Unido estaban abiertamente preocupados de que Rusia pudiera realmente llevar a cabo una lucha eficaz contra el grupo y restaurar la autoridad gubernamental en las zonas sin gobierno donde prospera".
Más éxitos rusos, mayor desesperación turca
"Desde el principio, la clave del éxito del Estado Islámico ha sido, en primer lugar, la porosa frontera entre Siria y Turquía, a través de la cual Turquía ha permitido el libre flujo de combatientes y armas en dos direcciones durante los últimos cuatro años, y en segundo lugar, las cantidades financieras masivas que el EI recibe tanto de las ventas de petróleo como de los donantes en los países dispuestos a hacer la vista gorda a la financiación del terrorismo", detalla Glazebrook en su artículo para RT.
"En las últimas semanas, todo esto ha sido amenazado por la alianza liderada por Rusia (y de la que Francia es cada vez más dispuesta a ser parte)", agrega.
La semana pasada, prosigue el experto, estuvo marcada por "una gran escala ofensiva terrestre siria, apoyada con la cobertura aérea rusa, precisamente en la región de la frontera sirio-turca, que es la línea vital de los 'escuadrones de la muerte': un movimiento que llevó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía a advertir de las graves consecuencias si los ataques aéreos rusos continuaban".
Al mismo tiempo, Rusia emprendió una gran campaña contra la "flota petrolera" del Estado Islámico, que es "crucial para el éxito financiero" del grupo terrorista.
"El aplastamiento de la industria petrolera del Estado Islámico no solo será un duro golpe para todo el proyecto del escuadrón de la muerte, sino también afectará directamente a Turquía, que, según se cree ampliamente, está involucrada en el transporte de petróleo producido por el EI e incluso a la familia del propio Erdogan, ya que se sospecha que la empresa dirigida por su hijo Bilal está llevando a cabo el comercio ilícito", explica Glazebrook.
El aplastamiento de la industria petrolera del Estado Islámico no solo será un duro golpe para todo el proyecto del escuadrón de la muerte, sino que también afectará directamente a Turquía
Por último, el autor hace referencia a "una ofensiva contra los financistas del Estado Islámico" anunciada por Francia, que exigió que otros países hagan lo mismo.
A juicio del analista, esta medida "expondría no solo a Turquía y Arabia Saudita, sino también a la ciudad de Londres, teniendo en cuenta los vínculos de HSBC con Al Qaeda".
"Y encima de todo esto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas finalmente aprobó una resolución que autoriza a utilizar "todas las medidas necesarias" contra el Estado Islámico, Al Qaeda y otros grupos terroristas en Siria, concediendo de manera efectiva la aprobación de la ONU a la intervención de Rusia", indica el experto.
"En otras palabras, en todas partes la red se está acercando al proyecto de escuadrones de la muerte de Occidente en Siria. Las acciones de Turquía simplemente lo han demostrado", concluye Glazebrook.
El 24 de noviembre el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó los informes de que un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa se había estrellado en Siria, cerca de la frontera con Turquía. Según el ministerio, el avión siniestrado volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control.