Las personas responsables del ataque aéreo al hospital de la ONG Médicos sin Fronteras en Kunduz están suspendidas del servicio, ha anunciado al término de la investigación el comandante en jefe de las tropas estadounidenses en Afganistán, el general John Campbell, según RIA Novosti.
"Ninguna nación hace más para evitar la muerte de civiles, pero no hemos cumplido nuestras expectativas".
"Los oficiales que investigan el incidente tienen suficiente independencia y experiencia para llevar a cabo una investigación imparcial, y por eso solicitaron una investigación independiente. La investigación la realizaron dos generales de brigada del Ejército y Fuerza Aérea. Las personas relacionadas con el incidente están suspendidos del servicio y todavía se están investigando los asuntos disciplinarios", dice el comunicado de Campbell.
"Fue un trágico accidente causado por un error humano que podría haberse evitado", anunció el general.
El 3 de octubre de 2015 un bombardeo en la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, destruyó un hospital de la ONG Médicos Sin Fronteras. El ataque dejó alenos 22 muertos y decenas de heridos.
Durante el bombardeo, descrito por la ONG como "prolongado", en el hospital se encontraban 105 pacientes y personal, así como unos 80 empleados de MSF de Afganistán y otros países.