Según 'The Wall Street Journal', ni Francia, que fue sacudida por los mortales atentados del pasado 13 de noviembre, ni Turquía, que derribó el avión ruso Su-24 en Siria esta semana, invocaron el tratado de la OTAN o disposiciones de defensa colectiva, lo que "plantea dudas sobre si la Alianza desempeña un verdadero papel en la lucha contra el terrorismo o la inestabilidad en Oriente Medio".
"Está en manos de Turquía decidir si hace un llamamiento a la acción de la OTAN, y está en manos de Francia decidir si hacer un llamamiento a la acción de la OTAN", explica Bruno Lete, analista del centro German Marshall Fund. "Si los Estados miembros prefieren mantener a la OTAN al margen del juego, entonces esto es lo que pasa", agrega.
Herramienta inadecuada
Los críticos dentro y fuera de la OTAN acusan a la Alianza de ser una herramienta inadecuada para la lucha contra el terrorismo o la resolución de las crisis en Oriente Medio, y últimamente estas críticas se han intensificado.
"La OTAN ahora no es una herramienta relevante para la defensa colectiva contra el terrorismo, ni siquiera es una herramienta relevante para la gestión de crisis o ataques aéreos contra [el Estado Islámico]", dijo a 'The Wall Street Journal' un alto funcionario francés.
La OTAN ahora no es una herramienta relevante para la defensa colectiva contra el terrorismo, ni siquiera es una herramienta relevante para la gestión de crisis o ataques aéreos contra [el Estado Islámico]
Tras los atentados de París del pasado 13 de noviembre, en EE.UU. tanto demócratas como republicanos instaron a Francia a invocar la cláusula de defensa colectiva de la Alianza. Sin embargo, las autoridades del Elíseo optaron por invocar, por primera vez, una disposición de defensa de la Unión Europea en vez de dirigirse a la OTAN.
Por otro lado, destaca 'The Wall Street Journal', los funcionarios estadounidenses también quieren evitar un papel directo de la Alianza en la lucha contra el Estado Islámico. Los desacuerdos políticos dentro de la OTAN sobre los posibles socios en Siria, y más concretamente la desconfianza de Turquía hacia las fuerzas kurdas sirias, significan que adquirir un papel más directo "complicaría las cosas", explica el medio.
El 24 de noviembre el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó los informes de que un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa había sido derribado en Siria, cerca de la frontera con Turquía. Según el ministerio, el avión siniestrado volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, defendió las acciones de Turquía tras una reunión de emergencia celebrada el martes, pero pidió "calma y desescalada" en relación con el incidente.