"Tan pronto como nuestro piloto se encontró fuera de peligro bombarderos rusos y tropas de artillería reactiva de las fuerzas del Gobierno sirio efectuaron un bombardeo masivo y prolongado sobre la zona indicada", informó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, según RIA Novosti.
"Los terroristas que actuaban en esta zona y otros grupos misteriosos fueron aniquilados", agregó.
Konashénkov precisó que "del 23 al 26 de noviembre, los aviones de la Fuerza Aeroespacial de Rusia llevaron a cabo 134 vuelos de combate y bombardearon 449 objetos en las provincias de Alepo, Damasco, Idlib, Latakia, Hama, Homs, Raqa y Deir ez Zor".
Konashénkov tachó de "información falsa propagada intencionadamente" los informes de que los aviones rusos destruyeron un convoy humanitario turco.
El bombardero táctico ruso fue derribado durante una misión antiterrorista en Siria el pasado martes por un misil lanzado desde un caza turco F-16.
El avión ruso cayó en Siria, a cuatro kilómetros de la frontera turca. Ankara sostiene que el Su-24 violó el espacio aéreo turco, lo que ha recibido el apoyo de la OTAN pero ha sido desmentido por el Ministerio de Defensa ruso, que esgrimió datos de medios objetivos de control.
El 30 de septiembre el Senado ruso aprobó la entrada en acción de sus Fuerzas Aéreas en Siria. Las autoridades del país tomaron esta decisión después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, solicitara a Moscú ayuda militar para luchar contra los terroristas. Este mismo día, tras coordinarse con las autoridades sirias, los aviones rusos lanzaron ataques aéreos contra las posiciones del EI.