"Al llegar al mar, se convierte en el mayor desastre ambiental del mundo, solo comparable al accidente en Fukushima, debido a la extensión de la contaminación en el mar", cita el periódico 'El Comercio' al ambientalista André Ruschi, el director de la Estación de Biología Marina Augusto Rischi del estado de Espíritu Santo (Brasil).
Los residuos tóxicos que contienen algunas sustancias peligrosas como mercurio, arsénico, cromo y manganeso, alcanzaron al océano Atlántico tras avanzar 500 kilómetros por el río Doce el fin de semana pasado y ahora la región está en alerta.
"El flujo de nutrientes en una zona de alimentación para muchas especies únicas del mundo marino, la tercera parte de la región del sudeste de Brasil y la mitad del Atlántico sur, se verá comprometida por un mínimo de 100 años", afirmó Ruschi.
Los ecologistas, geofísicos y gestores ambientales, por su parte, señalan que se necesitarán unos 30 años para que el territorio afectado elimine el lodo tóxico.
Según informa el portal brasileño Renascença, en respuesta a la catástrofe, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, por su parte, se están organizando para ayudar a los afectados. Con este objetivo fueron creados el sitio web y la página de Facebook riodoce.help. La red social incluso ha creado la etiqueta #brazilianfukushima que una vez más destaca la escala del desastre, que ya ha sido considerado la mayor tragedia ambiental, ecológica, hídrica y económica de la historia de Brasil.