Turquía se ha convertido en el consumidor principal del petróleo del Estado Islámico. Tras venderlo a los empresarios de este país, los extremistas sirios reciben 10.000.000 de dólares a la semana, publica el diario alemán 'Bild'.
Moscú ya desde hace mucho está informado de que el oro negro del territorio sirio controlado por el EI se dirige a Turquía. Últimamente, la Fuerza Aérea de Rusia ha empezado a atacar de manera más intensiva a la infraestructura petrolera del EI, lo que causó un fuerte resentimiento en Ankara, indica la fuente.
'Bild' destaca que la política de Turquía acerca de los yihadistas sirios es muy ambigua: aunque el país dio a los EE.UU. la oportunidad de bombardear las posiciones del EI desde su base aérea, el presidente Recep Tayyip Erdogan sigue permitiendo a los terroristas entrar libremente a Siria a través del territorio turco.
Por otra parte, además de Turquía, Jordania y Kurdistán, donde el mercado negro está en auge, también se benefician de acuerdos "sucios" con los extremistas comprando ilegalmente petróleo, señala el periódico con referencia a Eckart Woertz, un analista del Barcelona Centre for International Affairs, una institución española dedicada a la investigación y divulgación de diversos ámbitos de las relaciones internacionales.