A diferencia de los habituales señuelos antirradar, como los conocidos 'chaff' —presentes desde hace décadas— o las bengalas que 'engañan' a las cabezas de autoguíado de misiles que se dirigen a las fuentes de calor, se trata ya de una verdadera munición que las aeronaves militares disparan desde sus dispositivos de lanzamiento de bengalas y señuelos reglamentarios, informa RIA Novosti, citando un comunicado del consorcio ruso de Tecnologías Radioelectrónicas (KRET, según sus siglas en ruso), el principal fabricante de equipos de guerra electrónica del país.
"El transmisor desechable de interferencias diseñado por la compañía funciona según las diferentes gamas y frecuencia seleccionadas. Este 'cartucho' de la Fuerza Aérea de Rusia incorpora una verdadera estación de guerra electrónica, gracias a que dispone de una antena y un generador químico de energía, que garantizan que funcione durante varios segundos", señala el servicio de prensa de la empresa.
Al mismo tiempo, en función de las condiciones de combate, esa munición podría simular las principales características de una aeronave para atraer a los misiles que lancen los enemigos o emitir una señal con una potencia lo suficientemente alta como para desorientarlos.