"Tuve una conversación con subsecretario general de la OTAN [Alexander] Vershbow sobre el incidente con el Su-24. Sin embargo, no se limitó a los aspectos mencionados por el secretario general [Jens] Stoltenberg. Le expliqué la evaluación rusa del incidente, le presenté una serie de factores militares y políticos que indican la naturaleza deliberada del ataque contra el avión ruso en el espacio aéreo de Siria", señaló Grushko.
"La OTAN, al no dar una evaluación de este acto ilícito basada en principios, de hecho, políticamente encubre a Ankara, un miembro de la alianza, y por lo tanto, es responsable del incidente", dijo Grushko.
La semana pasada, Grushkó afirmó que Ankara, apoyándose en motivos de solidaridad, forzó a la Alianza Atlántica a justificar unas acciones ilegales que no solo socavan los esfuerzos comunes en la lucha contra el EI, sino que también crean riesgos para la seguridad de los países aliados de Turquía.
El 24 de noviembre el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó los informes de que un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa se había estrellado en Siria, cerca de la frontera con Turquía. Según el Ministerio, el avión siniestrado volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control. De momento, tras varios informes sobre el éxito de los ataques rusos contra posiciones e instalaciones terroristas en Siria, esta es la única baja de la Fuerza Aeroespacial rusa en su operativo antiterrorista contra Estado Islámico.