Tal medida podría tomarse después de que un grupo de expertos pusiera en duda la capacidad de EE.UU. de hacer frente a la propaganda del Estado Islámico en las redes sociales.
Su informe coincide con la dimisión de Rashad Hussein, designado este año como jefe del Centro de Comunicaciones Estratégicas Antiterrorismo del Departamento de Estado.
Representantes del Departamento de Estado contaron a 'The Washington Post' que algunos aspectos de la lucha informativa contra el terrorismo deben ser revisados, mientras que la producción y publicación de contenido en redes sociales podría ser recortada.
Según ellos, hay que centrarse en temas más específicos, como las historias de desertores del EI.
Además, la interacción con organizaciones mediáticas de Oriente Medio conllevaría más resultados que la interacción directa con reclutas potenciales del EI en las redes sociales.
Richard Stengel, subsecretario de Estado para la diplomacia pública, quien supervisa el Centro de Comunicaciones Estratégicas Antiterrorismo, señaló que el EI está aprendiendo de sus errores y "adaptándose al campo de batalla digital".
El revisado programa de propaganda del Departamento de Estado debe ser "igualmente creativo e innovador".