Washington hace la vista gorda a la venta del petróleo sirio robado. Desde el principio, su prioridad era permitir a la CIA ejecutar una militarización de "una pandilla de invisibles 'rebeldes moderados'", opina Pepe Escobar en su nuevo artículo para RT.
"El petróleo robado por el Estado Islámico no puede fluir a través del territorio controlado por Damasco. No puede fluir a través de Irak dominado por los chiítas. No puede ir hacia el este, a Irán. Es Turquía o nada", escribe el analista y prosigue: "Turquía es el brazo más oriental de la OTAN. EE.UU. y la OTAN 'apoyan' a Turquía. Así que se puede argumentar que EE.UU. y la OTAN, en última instancia, apoyan al Estado Islámico".
De la misma manera, el petróleo del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) que va a Turquía también es "prácticamente ilegal", al proceder de la "petrolera estatal robada", sostiene el escritor.
"El polvorín turkmeno": la quinta columna de Turquía en Siria
"Y luego, está el polvorín turkmeno", prosigue el autor del artículo, quien considera que Ankara lleva a cabo "sus negocios sucios en Siria a través de su quinta columna de yihadistas turkmenos".
Según Escobar, estos turkmenos reciben suministros de los convoyes "humanitarios" de Ankara, y "tienen TOW-2As estadounidenses por su papel en la preservación de las principales rutas de militarización/contrabando".
"Rusia identificó toda la estafa y comenzó a bombardear a los yihadistas. De ahí el derribo del Su-24", asegura el analista.
El petróleo robado por el Estado Islámico no puede fluir a través del territorio controlado por Damasco. No puede fluir a través de Irak dominado por los chiítas. No puede ir hacia el este, a Irán. Es Turquía o nada
En su opinión, la CIA está ahora intentando impedir que sus canales de suministro de armas a los rebeldes sean "definitivamente aplastados por el Ejército Árabe Sirio en tierra y por Rusia desde el aire". A su vez, Turquía está desesperada por proteger la ruta Alepo-Azez-Killis, que es "esencial para todo tipo de contrabando".
La mayoría de los turkmenos viven en los territorios kurdos, en concreto, en la región Jarablus, actualmente controlada por el Estado Islámico. "Es exactamente esta área la que está cortando la conexión geográfica entre los dos cantones kurdos, Kobani y Afrin", explica el escritor.
Por lo tanto, prosigue Escobar, la estrategia de Ankara consiste en "mover sus peones turkmenos, además de los 'rebeldes moderados', en toda la región de Jarablus".
"El pretexto: borrar al EI del mapa. La verdadera razón: evitar que los dos cantones kurdos —Afrin y Kobani— se fusionen", revela el experto, quien señala que es otra razón para el enfrentamiento con Moscú, ya que "la estrategia de Rusia se basa en muy buenas relaciones con los kurdos sirios".