La caja negra ha aparecido en el norte de Siria. Se trata de la misma zona en donde las milicias turkmenas mataron a tiros a uno de los pilotos del bombardero, que se había catapultado del aparato tras el ataque del caza F-16 turco, según ha indicado el ministro ruso de Defensa y ha publicado la agencia TASS.
"Trabajamos activamente en el territorio controlado por los combatientes que dispararon a nuestro piloto, no puedo encontrar otra palabra. Como resultado de esta operación estos territorios fueron liberados por las Fuerzas Especiales del Ejército sirio que buscaron a la tripulación, y los soldados sirios que exploraron el territorio descubrieron el lugar del accidente de nuestro avión", explicó Shoigú.
De acuerdo con el ministro, los combatientes se apresuraron a abandonar sus posiciones y no les dio tiempo a desmontar ninguna parte del avión, lo que permitió encontrar el registrador de vuelo.
El análisis de la caja negra del avión ruso Su-24, derribado en Siria ayudará a determinar la trayectoria exacta de su vuelo, donde se encontraba en el momento de ser derribado y dónde recibió "el impacto traicionero", dijo Putin.
Vladímir Putin ha precisado que la caja negra descubierta debería ser abierta en presencia de los expertos internacionales.
El líder ruso también señaló que su país necesita conocer todos los detalles. "Por lo tanto, tenemos que examinar el dispositivo de manera exhaustiva junto a los expertos internacionales. En cualquier caso, invitamos a todos los que quieran a participar en ese trabajo", añadió el mandatario.
Al mismo tiempo, el mandatario ruso ha señalado que los datos obtenidos no harán cambiar la actitud de Rusia ante las actividades de las autoridades turcas.
"Vuelvo a repetir, pensábamos que Turquía no solo era un país amigo, sino nuestro aliado en la lucha contra el terrorismo. No esperábamos su puñalada cobarde y traicionera por la espalda", ha recordado Putin.