De acuerdo con los responsables de la gestión de las operaciones militares en la región, durante el ataque murieron más de 30 terroristas y 15 químicos franceses. Además, hay pruebas de que el bombardeo acabó con la vida de un líder del grupo yihadista.
El Estado Islámico ha sufrido no solo la pérdida de vidas, sino que la Fuerza Aérea iraquí también ha destruido varios coches bomba, armas pesadas y depósitos de municiones, en uno de los cuales, presumiblemente, se encontraba un laboratorio subterráneo para la fabricación de armas químicas, señala el portal Iraqi News.
Cabe recordar que la primera información sobre el uso de armas químicas por parte de los terroristas apareció en agosto de este año durante un enfrentamiento armado entre los islamistas y la oposición siria.