Foued Mohamed-Aggad, de 23 años, había viajado a Siria hace dos años. "Nos mintió, dijo que se iba de vacaciones", contó su padre, según publicó 'Le Parisien'. Desde entonces, no se habían vuelto a ver y sólo se habían comunicado vía Skype: "Como de costumbre, no dijo nada de su vida diaria, de dónde estaba. Simplemente respondía que estaba bien".
Por todo esto, cuando Said Mohamed-Aggad recibió un mensaje telefónico desde Siria en el que le anunciaban que su hijo había muerto, alertó a la justicia francesa.
A partir de ese aviso se realizaron los análisis de ADN al cadáver, que confirmaron que su hijo había sido uno de los atacantes del Bataclan, el 13 de noviembre último.
"Por supuesto, estoy sorprendido", dijo el hombre, desde su domicilio de Estrasburgo. "Sabía que se había ido a Siria hace dos años, pero no que había vuelto. No tengo palabras, tengo que reponerme", continuó.
Por último, Said Mohamed-Aggad añadió: "Si hubiera sabido lo que preparaba, lo hubiera matado antes".