La Armada de EE.UU. necesitará "robots voladores letales" para hacer frente a Rusia o China
Según la nueva estrategia de la Armada de EE.UU., la potencia de fuego –como misiles de crucero de largo alcance y otras armas– será distribuida a muchos más tipos de buques.
Sin embargo, "para que el concepto funcione, los barcos necesitarán datos de objetivos de rangos extendidos, sobre todo si las fuerzas enemigas niegan el acceso de la flota al espacio", explica Majumdar, para añadir que "esos datos podrían provenir de un nuevo y revolucionario avión no tripulado".
En opinión del analista, los helicópteros y aviones no tripulados actuales "sencillamente no tienen el rango, la resistencia o la carga útil" adecuados.
En este sentido, el experto cita las declaraciones ante el Congreso de EE.UU. de Bryan McGrath, director gerente de la consultora naval The FerryBridge Grup y subdirector del Center for American Seapower del Instituto Hudson, que dijo que "las operaciones de superficie distribuidas requieren de la capacidad de un vehículo aéreo no tripulado orgánico de altitud media y larga resistencia".
En concreto, McGrath citó como modelo potencial el programa Nodo de Reconocimiento Tácticamente Explotado (TERN), que busca que las misiones aéreas de vigilancia y reconocimiento en casi cualquier parte del mundo sean mucho más fáciles, más rápidas y menos costosas para el Departamento de Defensa de EE.UU.
"Si un conflicto provoca la reducción de las comunicaciones por satélite y las redes, los buques que naveguen a distancia del grupo de ataque de portaaviones tendrán la capacidad de generar estas capacidades orgánicamente", explicó McGrath, mientras Dave Majumdar detalla que la Armada necesita algo similar al TERN porque un enemigo como China o Rusia puede atacar "los satélites y enlaces de datos que forman el nervio de la potencia militar estadounidense".
¿En qué consiste el concepto de la "letalidad distribuida"?
En enero de 2015, la Armada de EE.UU. reveló un cambio de estrategia que denominó "letalidad distribuida".
Armaremos tantas plataformas existentes como podamos para lograr más letalidad total
Provocado por las crecientes capacidades de las Armadas de Rusia, China e Irán, el cambio tiene como objetivo reorganizar y reequipar la flota de superficie con el reagrupamiento de buques en pequeños grupos de acción de superficie y el aumento del número de armas antibuque en un número mayor de naves.
Según el contralmirante Peter Fanta, el citado concepto consiste en hacer que "cada crucero, destructor, buque anfibio, LCS [buque de combate litoral], sea un obstáculo grave para alguien", recoge el portal militar estadounidense Military.com.
El vicealmirante Thomas Rowden, comandante de las fuerzas navales de superficie, profundizó en el cambio de táctica en un simposio. "Vamos a armar tantas plataformas existentes como podamos para lograr más letalidad total", afirmó.