"Este acuerdo permite resolver definitivamente la cuestión de la deuda a medio y largo plazo de Cuba, que no había sido pagada desde la década de 1980", se dice en un comunicado oficial del Ministerio de Finanzas francés, citado por el diario francés 'La Croix'.
Según explica el ministro de Economía de Francia, Michel Sapin, el acuerdo supone la anulación de 4.000 millones de dólares de intereses, pero La Habana tendrá que pagar el resto de la deuda, 2.600 millones de dólares, en el transcurso de 18 años.
Añadió también que el acuerdo significa una nueva etapa en las relaciones entre Cuba y la comunidad financiera internacional y con Francia, que sigue siendo uno de los principales acreedores del país.
Mientras tanto, muchos acreedores de la isla caribeña, entre los cuales figuran Japón, España, Suecia, el Reino Unido y otros países, están dispuestos a acortar las distancias con Cuba y muestran el interés en hacer negocios en el país en el contexto del acercamiento de las posiciones entre La Habana y Washington.