"La mayor preocupación del Pentágono radica en que Rusia podría atacar a los tres pequeños Estados bálticos: Estonia, Letonia y Lituania y los otros miembros de la Alianza estarían obligados a defenderlos", escribe el especialista Loren Thompson en su artículo para 'Forbes', subrayando que, de acuerdo con las estimaciones internas de Defensa de EE.UU., los rusos tardarían en eso 2-3 días, antes de que la OTAN pudiera "organizar una respuesta coherente".
Tras el conflicto en Ucrania, Occidente ya no piensa que pueda predecir la reacción de Rusia
Según Thompson, tras el conflicto en Ucrania, Occidente ya no piensa que pueda predecir la reacción de Rusia.
"No obstante, una posible guerra en Europa se convirtió en una preocupación prioritaria, lo que significaría una guerra terrestre, cuya mayor carga recaería sobre el Ejército de EE.UU.", según Thompson. "Bajo ciertas circunstancias, Putin podría derrotar a las fuerzas de la OTAN y alterar el frágil orden político de Europa, opina el autor del artículo, ofreciendo unos escenarios del posible choque.
Las ventajas de Rusia
Rusia históricamente suele llevar a cabo las operaciones en tierra, y, según el autor del artículo, posee un enorme beneficio geopolítico en un posible conflicto.
El autor destaca la potencia de la Fuerza Aérea de Rusia, subrayando el profesionalismo del Ejército ruso. Además, Moscú "tiene a su disposición una serie de armas convencionales avanzadas", añade.
Asimismo, Thompson señala que algunos representantes del Ejército de EE.UU. creen que las áreas en las que Rusia probablemente superó a su país son las siguientes: cohetes de largo alcance, la lucha con el uso de medios electrónicos, la guerra cibernética, y la guerra híbrida. Además, el armamento antitanque ruso también se considera una grave amenaza para los vehículos blindados estadounidenses.