De acuerdo al informe de CIA 'Siria: las perspectivas de Assad': "Assad tiene los días contados. La disciplina del Ejército colapsará frente a los levantamientos. Esto puede resultar en una guerra sangrienta entre sunitas y alauitas, los seguidores de una rama del islam chiita a la que pertenece la familia Assad. Sin embargo, los miembros de la elite gobernante preferirán destituir a Assad para preservar sus posiciones en el poder". Hace falta precisar que en este análisis de la CIA del 17 de marzo de 1980 se hacía referencia a Hafez al Assad, padre de Bashar al Assad.
Parece que el escenario descrito por la CIA se aplica perfectamente al presente, y según la opinión de Patrick Cockburn, intentan quitarse de encima de a Assad, no obstante esta vez no quieren permitir que el Estado Islámico o Al Qaeda se fortalezcan. Cockburn en su artículo escribe que hasta EE.UU. y sus aliados han aprendido algo de la historia: tienen en cuenta la desintegración de las instituciones iraquíes tras la derrota de Saddam Hussein en el 2003.
El general Michael Flynn, exdirector la Agencia de Inteligencia de la Defensa del Pentágono reconoce en su entrevista con el semanario alemán 'Der Spiegel' que "la guerra de Irak fue un tremendo error. Por brutal que fuera Saddam Hussein, derrocarle fue una decisión incorrecta. Lo mismo repetimos con Muammar Gaddafi y Libia se convirtió en un Estado fallido. La lección histórica que tenemos que aprender es que invadir Irak fue un error estratégico".
Pero ahora el conflicto sirio se agrava cada día. Muchas potencias y sus intereses están involucrados, dice Cockburn en su artículo para 'The Independent'. Así que la información de la inteligencia debe ser más precisa y fidedigna que nunca: para que no aparezca otro 'telegrama Zimmermann', que justificó la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, y la Siria del siglo XXI no se convierta en los Balcanes de 1914.