Cómo se vive en el país donde cada 90 minutos asesinan a una persona
Este año, El Salvador le ha arrebatado el título del país más violento del planeta a Honduras. Aun así, la república centroamericana sigue siendo el país sin guerra con una de las más altas tasas de homicidios: en 2014, fueron perpetrados 5.581 asesinatos, es decir, 16 asesinatos al día (o un asesinato cada 90 minutos).
El país donde mandan las maras
De acuerdo con 'The Daily Mail', las maras ―que se benefician del narcotráfico― mantienen a los habitantes de Honduras bajo un miedo constante a través de asesinatos y torturas. Citando a la periodista Sonia Nazari, el periódico pone de relieve que en ese país a los delincuentes no les cuesta nada disparar contra un autobús lleno de gente si no entregan su dinero lo suficientemente rápido.
"Si una mujer se tiñe el pelo del color equivocado, la pandilla local la mata"
Las pandillas no tienen piedad a nadie, incluidas las niñas y mujeres: las mismas viven con el temor permanente de sufrir un ataque sexual o una muerte violenta. Y el pretexto puede ser el más nimio.
"Si una mujer se tiñe el pelo del color equivocado, la pandilla local la mata", reveló a 'The Irish Times' Supaya Martínez, codirectora del Centro de Estudios de la Mujer de Honduras. De acuerdo con el medio, las pandillas controlan cómo las mujeres "caminan, hablan y se visten". Según datos oficiales, solo en 2014 en Honduras fueron asesinadas 531 mujeres.
Nadie está a salvo de las pandillas
Las maras asesinan o torturan a cualquiera que se interponga en su camino: legisladores, empresarios, conductores e incluso a 'estrellas' del deporte.
Así, hace solo unos días el famoso futbolista Arnold Peralta fue encontrado asesinado a tiros en un centro comercial de la ciudad de La Ceiba, en el norte de Honduras. Anteriormente, el deportista se había pronunciado en contra de la violencia armada que azota su país.
Impuestos para seguir con vida
En la capital Tegucigalpa, señala 'The Daily Mail', las pandillas exigen un 'impuesto de guerra' a cambio de no arrasar los negocios de la gente. Y a quienes no pagan los matan "para enviar un mensaje".
Ante esa perspectiva, hay gente que prefiere abandonar la ciudad. "Decidieron irse antes de morir o tener que pagar el 'impuesto de guerra'", confiesa una empresaria. Ella paga 20 dólares al mes a las maras, pero en algunos casos la cifra alcanza los 200 dólares.
Según la policía, las dos pandillas principales de Honduras ―Mara Salvatrucha y Mara 18― se diferencian en su 'modus operandi'. "Mara Salvatrucha simplemente dispara contra alguien. Los de Mara 18 son más sádicos: torturan y desmenuzan los cuerpos", sostuvo un comandante de la policía militar.
Y debido a otro problema ―la corrupción― el 90% por ciento de los asesinatos en Honduras nunca se resuelve.