La revista 'The Economist' ha analizado cómo opera la organización, de dónde obtiene dinero y como lo gasta. El resultado de su investigación se traduce en una lista de datos y conclusiones:
1. El producto interno bruto del Estado Islámico se estima en 6.000 millones de dólares.
2. En el territorio iraquí que ocupa, el Estado Islámico ha establecido un impuesto sobre la renta del 30%.
3. El Estado Islámico ocupó Mosul en el verano de 2014 y se apoderó del dinero de todos los bancos de esta ciudad iraquí, incluido el Banco Central de Irak, que atesoraba 425 millones de dólares.
4. El 70% de los ingresos los terroristas los gastan en su ejército.
5. Al EI le salen caros los mercenarios extranjeros. Los que provienen de países árabes vecinos reciben el doble de salario que los lugareños, mientras que a los europeos se le paga el triple.
6. El grupo terrorista controla en Irak un oleoducto de 3 millones de barriles de petróleo, 13 campos petrolíferos y 3 refinerías de petróleo. En Siria los yihadistas cuentan con 160 campos petrolíferos.
7. Veinte de los 160 campos de petróleo que los yihadistas controlan en Siria han sido atacados por las fuerzas rusas, británicas y estadounidenses. La producción de petróleo se ha reducido de 100.000 a menos de 40.000 barriles al día. El costo del crudo en el territorio controlado por el EI creció drásticamente.
8. A principios de 2015 Abu Saad al Ansar, un líder del EI en Mosul, anunció un presupuesto militar de 2.000 millones para este año. Los expertos creen que este año el presupuesto será de solo la mitad de esta suma debido a la lucha internacional que se está llevando a cabo en contra del grupo yihadista.
9. 1.800 dólares es la suma que debe pagarse por salir del territorio del Estado Islámico. El que sale debe obtener las firmas de dos personas garantes, que arriesgan sus vidas si esta persona no vuelve.
10. En enero de 2015 los ingresos mensuales del Estado Islámico fueron de 80 millones de dólares. Un tercio de esa cantidad procede de la venta ilegal de petróleo y algo más de 20 millones de dólares de la confiscación de activos y aún menos de impuestos.