La inteligencia de EE.UU. ha mapeado las coordenadas precisas de centros mediáticos del Estado Islámico en Siria, Irak y el Líbano, en los cuales se diseña la propaganda extremista, informa 'The Washington Times'. No obstante, EE.UU. se demora en atacar esos importantes objetivos, manteniendo discusiones acerca de si es conveniente hacerlo.
De acuerdo con el medio, esos centros de propaganda se ubican en barrios residenciales, y la Casa Blanca no quiere atacarlos porque se preocupa por las potenciales víctimas civiles. Por ejemplo, el periódico describe "la sede de una división mediática" del grupo terrorista cerca de Alepo, que es una casa de dos pisos en un barrio residencial, "llena de equipos de alta gama".
Asimismo, 'The Washington Times' indica que, en caso de destruir estos centros, los servicios especiales perderán la posibilidad de estudiarlos. El Gobierno estadounidense prefiere seguir vigilándolos para entender mejor los principios de funcionamiento del EI y sus medios de comunicación.
Según el rotativo, pese a que EE.UU. afirma centrar sus esfuerzos en bloquear materiales de los extremistas y realizar propaganda contra el grupo terrorista en Internet, algunos críticos acusan al país de destinar una "financiación extremadamente insuficiente" respecto a esos fines.