Pese a las recientes afirmaciones de Washington de que no cambiará su política hacia Siria, de todos modos no le quedan otras opciones. Así, la postura firme de Moscú obliga a los políticos estadounidenses a hacer concesiones para evitar una escalada aún mayor del conflicto sirio que ya lleva casi cinco años, subrayan analistas de Stratfor.
Asimismo, el artículo de la firma estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje señala que EE.UU. debería haber comenzado a negociar con Moscú poco después de que el Kremlin anunciara el comienzo del operativo antiterrorrista a finales del mes de septiembre.
Por otra parte, la publicación de Stratfor hace hincapié en el hecho de que Washington todavía se niega a compartir detalles de sus operaciones de vuelo con Moscú y que si eso no sucede en lo inmediato, puede provocar una escalada del conflicto sirio.
Además "el aumento de la actividad de Rusia en la región a lo largo de la frontera con Turquía también obstaculiza el plan de Ankara de crear una zona búfer, que es probable que incluya una zona de exclusión aérea", según la publicación.
"Últimamente Moscú ha adoptado una posición arriesgada y firme en Siria, llevando a cabo sus recientes acciones. Su objetivo general es evidente: establecer concesiones estratégicas exactas que protegerían al gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad. Esto ya ha comenzado a funcionar", aseguran los analistas.
El informe del grupo de expertos también señala que las negociaciones entre las autoridades rusas y estadounidenses se han vuelto más frecuentes y que las posiciones de ambos países sobre el tema, al parecer, están empezando a converger.