Siria, que combate a los terroristas del Estado Islámico mientras sigue sumida en la guerra civil, ha pasado de ser un país floreciente a una nación donde la infraestructura, al igual que la vida cotidiana de los sirios, ha quedado destruida casi por completo.
Antes de la Primavera Árabe este país era un lugar próspero y con un alto nivel cultural, donde cristianos y musulmanes convivían y se respetaban. Abundaban los bulevares arbolados, los mercados animados y las bellas mezquitas donde la gente llevaba orando desde hace siglos. Ahora todo está destruido.
La guerra de Siria se ha cobrado más de 130.000 vidas. Al menos dos millones de sus ciudadanos han huido a países vecinos y más de dos millones más han quedado desplazados dentro de las fronteras del país, escribe 'The Guardian'. Los seis patrimonios de la Unesco que se encuentran en Siria han sido gravemente dañados.
Mezquita Omari en Deraa
Antes: Zoco medieval en Aleppo / Después: Distrito de Al Shaar de Alepo
Mercado en Bab Antakya
Mezquita de los Omeyas, Alepo