El castillo de Wewelsburg es una fortaleza construida en forma de triángulo que en su día fue la predilecta de Heinrich Himmler, comandante en jefe de las Schutzstaffel (SS). La primera vez que el temible jefe de las 'escuadras de defensa' nazi vio el castillo fue en 1933, el mismo año de la llegada al poder de los nazis. Después de varios años de desolación, el castillo servía entonces de museo y hostal para jóvenes. Sin embargo, un año después lo rentó para los siguientes 100 años por el precio simbólico de un Reichsmark, a fin de crear allí la escuela ideológica de los altos cargos nazis.
Obsesionado con el romanticismo caballeresco medieval, Himmler mandó construir dentro del castillo una sala con fuego eterno y una mesa redonda alrededor. En el sótano mandó a crear una enorme esvástica, construida por presos de campos de concentración. Pero como un solo castillo no bastaba, Himmler planeó levantar una gigante obra de construcción alrededor del castillo, con la idea de crear allí el centro ideológico del mundo nazi.
"Fue un asesino en serie, pero también un romántico sin solución, y este castillo de tres lados alimentaba sus fantasías raciales y le permitía avivarlas como si fuera un señor de la guerra medieval", explica a 'Daily Mail' el historiador Phillip Mayer. Según él, el Wewelsburg fue el "centro espiritual" de las SS.
En este castillo Himmler congregó entre el 12 y el 15 de junio 1941 a los altos cargos nazis involucrados en planificación de la guerra contra de la URSS, una semana antes de que esta empezara, para adiestrarlos ideológicamente. En 1945 ordenó volar el castillo, pero la mayor parte quedó intacta.
Concluida en 2010 su reconstrucción a gran escala, el castillo se abrió como museo de la SS y es uno de los más visitados de Alemania bajo el apodo de 'naziland'. Allí sigue funcionando allí el hostal más grande de Alemania y el museo de la ciudad.