Pekín se encuentra en alerta roja por los niveles de polución por segunda vez en su historia. El problema de la contaminación en la capital china se agrava durante el invierno, época en la que miles de hogares ponen en marcha la calefacción de carbón, informa el portal Slon.
En este contexto el aire limpio se ha convertido en un tesoro e inspira a muchos emprendedores a buscar posibilidades de negocio aprovechándose de la catástrofe medioambiental. Las formas de sacarle partido a la crisis son varias.
Vender el propio aire
Como ya hace la compañía canadiense Vitality Air, que ofrece sus servicios a los chinos y les vende aire de las montañas a razón de 30 dólares por botella (50 veces más caro que una botella de agua mineral). Harrison Wang, representante de la firma, ha asegurado que ya ha vendido 500 botellas y otras 4.000 más están de camino.
Mascarillas anti 'smog'
En 2013, el año más difícil para el aire chino, Taobao, uno de los mayores portales de venta online, vendió más de 140 millones de dólares en mascarillas con filtro y objetos similares para protegerse de agentes contaminantes. Esa cifra es casi tres veces mayor a la del año 2012. Actualmente la población de la capital china sobrepasa los 21 millones de personas y muchos usan mascarilla a diario.
Purificadores de aire y tecnologías limpias
La demanda de purificadores de aire también está creciendo. Suning, una compañía de electrodomésticos, informa de que sus ventas por Internet se han multiplicado por diez en los últimos años. De acuerdo con algunos expertos, a este sector le espera un crecimiento significativo los próximos cinco años. Además, según las estimaciones, el mercado de las tecnologías limpias aumentará hasta 555.000 millones de dólares para el año 2022 en China.
Sin embargo, las inversiones en energía limpia están todavía acompañadas por la apertura de nuevas centrales eléctricas a carbón. En 2015, las empresas de propiedad estatal han recibido permiso para construir unas 150 centrales más. A nivel local, proporcionan empleo y garantizan ingresos a las empresas públicas. Así, la lucha contra la contaminación, como muestra la práctica, deja de ser una prioridad.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en China alrededor de 1,6 millones de personas por causas relacionadas con la contaminación, lo que representa el 40% de todas las muertes de este tipo en el mundo.