El descubrimiento del gliptodonte tuvo lugar en la ciudad de Carlos Spegazzini. El fósil de su caparazón se encontraba enterrado cerca de un arroyo en la ciudad en el partido de Ezeiza. Al principio, los vecinos de la región lo confundieron con una piedra e incluso con una cubierta de vehículo. Sin embargo, los científicos confirmaron que se trata de un fósil de un mamífero extinto hace alrededor de 10.000 años, informa 'La Nación'.
"Al principio pensé que era una piedra o una cubierta de un vehículo", relata José, el primer vecino que vio el caparazón del animal. Según su relato, al ver algo que parecía una piedra o "un huevo de dinosaurio" se puso a cavar sobre la parte que sobresalía. "A medida que avanzaba fue apareciendo el huevo, y cavé y cavé primero con una pala y después con las manos", explica el hombre que descubrió el gigantesco fósil.
"Se trataría del caparazón de un gliptodonte", afirmó la paleontóloga Laura Cruz, al canal de noticias TN. Este animal, relacionado con los actuales armadillos, era oriundo de América del Sur. Los gliptodontes medían cerca de 2 metros y pesaba cerca de 1,4 toneladas. Eran herbívoros y, a tenor de su constitución, se supone que no destacaban por su agilidad. Su defensa contra los depredadores se la proporcionaba su rígido caparazón. Se extinguió en el período Cuaternario, aproximadamente hace 10.000 años.
Un grupo de investigadores se ha trasladado al lugar del hallazgo para estudiarlo y analizar la posibilidad de que se encuentren otros restos en la zona. "Lo prudente sería que no se toque más el caparazón. Y ahora habría que analizar si vale la pena realizar excavaciones en la zona", sostiene la paleontóloga Cruz.