¿Por qué EE.UU. no ataca las cisternas de petróleo robado por el Estado Islámico?
¿Puede cualquier otra hipocresía ser más grave? Si EE.UU. fuera una democracia, su prensa se habría centrado en el asunto durante una semana
Aunque los servicios de inteligencia rusos han descubierto una nueva ruta de transporte de petróleo robado por el Estado Islámico a través de Irak, la aviación estadounidense en el país no tiene prisa por destruir esa fuente de financiación del grupo terrorista.
Además de que los ataques estadounidenses contra los camiones cisternas que van a Turquía han sido considerablemente menores que los rusos en Siria, EE.UU. incluso ha advertido por medio de octavillas a los camioneros antes de sus bombardeos "para evitar muertes entre civiles", según el Departamento de Defensa citado por el diario 'LA Times'.
El pasado 18 de noviembre un portavoz del Pentágono reconoció que EE.UU. no había destruido ni un solo tanque de combustible del Estado Islámico ni en Siria ni en Irak en los 14 meses de bombardeos.
"EE.UU. no solo evitó destruir la principal fuente de financiación del Estado Islámico (más allá de las donaciones millonarias de miembros de las familias reales de Arabia Saudita, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, todos protegidos por EE.UU.), sino que cuando se dispone a bombardear camiones cisternas con crudo robado, advierte de antemano a los conductores, que trabajan para la causa yihadista y por lo tanto son enemigos", comentó en la web de la Fundación Stretegic Culture el historiador y periodista Eric Zuesse.
"¿Puede cualquier otra hipocresía ser más grave? Si EE.UU. fuera una democracia, su prensa se habría centrado en el asunto durante una semana", agregó.
"¿Teniendo en cuenta la historia de masacres de millones de civiles y torturas de muchos en las guerras de EE.UU., incluidos los inocentes de Irak y otros países, ahora protegemos a los conductores del Estado Islámico?", se pregunta el periodista en su blog.
Zuesse citó al periodista de Infowars Paul Joseph Watson, que comparó el efecto de la operación estadounidense y la rusa contra el Estado Islámico.
"Mientras que EE.UU. tardó 15 meses en comenzar los ataques contra refinerías y cisternas del Estado Islámico, Rusia destruyó más de 1.000 cisternas en tan solo cinco días", señaló Watson.