Turquía intensifica y envuelve en silencio su guerra contra los kurdos
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, describe los encarnizados combates que libra el Ejército turco contra las milicias populares kurdas como una lucha contra el terrorismo que se llevará a cabo hasta el final, publica el portal informativo Asia Times.
En los medios aparecen pocos detalles de estos asedios, incluso tampoco en la prensa turca. Pocos periodistas turcos están cubriendo lo que de hecho es una guerra, donde distintas localidades se han convertido en campos de combate. Y tan solo algunas informaciones provenientes de fuentes clandestinas kurdas muestran en Internet las ciudades devastadas por esta guerra, así como cuerpos tirados en las calles.
De acuerdo con un comunicado emitido por el gobierno turco en diciembre, unos 217 'terroristas kurdos' han muerto el último mes. La Fundación de Derechos Humanos de Turquía sostiene que se trata de más de 124 civiles muertos en los últimos meses.
Los dos asentamientos más afectados son Diyarbakir y Cizre, una ciudad cercana al río Tigris y la frontera entre Turquía e Irak. Diyarbakir fue declarada como área protegida antes de que comenzaran los ataques, debido a su excepcional belleza. Ahora, muchos de sus edificios históricos, así como escuelas y centros sociales, están destruidos: el gobierno y las milicias kurdas culpan a la otra parte.
Cizre ha estado bajo toque de queda las 24 horas por más de dos semanas este mes y durante al menos 30 días desde septiembre. Los tanques tomaron posiciones alrededor de Cizre el 16 de diciembre y han estado bombardeando la ciudad desde esa fecha.