El gobernador Edmund G. Brown Jr. ha declarado el estado de emergencia a petición de los residentes y funcionarios locales, que hacen todo lo posible para detener la fuga de este gas invisible, que muchos expertos consideran el mayor desastre natural ocurrido en EE.UU. desde el vertido de petróleo de British Petroleum en el golfo de México. La decisión del gobernador ha sido comunicada en el sitio web oficial de la administración del estado.
La orden también incluye medidas para proteger la salud pública y la seguridad y, además, endurecer la supervisión de las instalaciones de almacenamiento de gas. Muchos habitantes de Los Ángeles se han quejado de dolores de cabeza, náuseas y mareos. Según los expertos, estos síntomas no están causados por el metano, sino por los productos químicos que se añaden al gas para poder detectar las fugas olfativamente.
La fuga en un pozo de extracción de gas natural, mayoritariamente de metano, que opera la empresa Southern California Gas Company (SoCalGas) fue detectado el pasado 23 de octubre en cercanías de Porter Ranch, en Los Ángeles (California). El Fondo de Defensa Medioambiental (EDF, por sus siglas en inglés) ha logrado 'hacer visible' este problema grabando un impactante video con cámaras infrarrojas.
Se reporta que hasta la fecha se han vertido a la atmósfera más de 79.000 toneladas métricas de metano. Debido al incidente, más de 2.000 familias fueron reubicadas temporalmente (debido a potenciales problemas de salud), las escuelas han sido cerradas y se ha clausurado el espacio aéreo hasta marzo, mes en el que se espera que la fuga sea reparada.