Corea del Sur despliega artillería en la frontera con el Norte

Corea del Sur ha reforzado con artillería las instalaciones donde tiene instalados altavoces que emiten propaganda en la frontera con Corea del Norte. Seúl espera "provocaciones" por parte de Pionyang, dicen los medios locales.

Han sido desplegados misiles antitanque y obuses autopropulsados K-9, detalla la agencia Yonhap, que añade que se han colocado en los lugares desde donde este viernes las autoridades surcoreanas reanudaron las emisiones de propaganda contra Kim Jong-un y el Gobierno del Partido del Trabajo de Corea.

Los militares surcoreanos volvieron a utilizar altavoces con críticas a Kim en el día de su cumpleaños. También sonaron canciones de pop coreano, conocido como 'K-pop', una estrategia de respuesta al reciente ensayo nuclear que no todos los expertos surcoreanos consideran efectiva. Ahora, según afirma el canal de televisión YTN, Seúl espera que haya "provocaciones" por parte de Pionyang.

En la última ocasión estas herramientas de guerra psicológica fueron activadas por Corea del Sur a mediados del año 2015. El Norte catalogó la emisión de programas propagandísticos mediante altavoces como un acto de guerra y amenazó con derribar los altavoces con su artillería. Sin embargo, Seúl y Pionyang resolvieron la crisis el 25 de agosto tras varias concesiones mutuas.

Este 6 de enero los medios informativos oficiales norcoreanos anunciaron el éxito su primera prueba de una bomba de hidrógeno, hecho que ha suscitado la condena de muchos países. La explosión provocó un sismo de magnitud 5,1 cerca del habitual sitio de pruebas nucleares de Corea del Norte.

La carga fue "fabricada con tecnología nacional", informaron las autoridades norcoreanas. Su explosión "no es perjudicial para el medioambiente" y corresponde al "rumbo estratégico del Partido del Trabajo de Corea". Como consecuencia de la prueba, declaró Pionyang, el país cuenta con "las fuerzas de disuasión nuclear más potentes".

Ante el anuncio norcoreano el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, calificó la prueba nuclear de "inaceptable" y de "grave desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU". Rusia también condenó la explosión. "Si se confirma que Corea del Norte probó una bomba de hidrógeno, esto sería una violación grave del derecho internacional", señaló la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.