Este preacuerdo decisivo se lleva a cabo pocas horas antes de expirar el plazo para evitar la convocatoria de nuevas elecciones luego de las asambleas extraordinarias en el mes de diciembre y enero de la CUP para decidir si investir o no a Artur Mas como presidente de la Generalidad de Cataluña, informa 'La Vanguardia'.
Las negociaciones, que continúan llevándose a cabo, apuntan a la posibilidad de que Carles Puigdemont, alcalde de Gerona, asuma la Presidencia. Sin embargo, Neus Munté y Muriel Casals se encuentran también dentro de las alternativas a Mas.
En el pleno extraordinario que se llevará a cabo este domingo, el candidato deberá ser elegido por mayoría absoluta, para lo cual Junts pel Sí requiere sumar 68 votos, de los cuales al menos seis deben provenir de la CUP, y lograr así una elección definitiva de presidente.
En la rueda de prensa concedida por Artur Mas este sábado a las 18:00 (hora local) dejó en claro su decisión de “dar un paso al lado” y no presentarse a la reelección a la Presidencia de la Generalidad. Pese a considerar la decisión “dolorosa”, Mas asegura que de haber logrado su investidura se hubiese continuado con una “legislatura muy inestable”, y por tanto espera que esta decisión garantice la estabilidad de la actividad parlamentaria.
“La Presidencia de la Generalitat no es una subasta, no se trata de cambiar un cargo por otro (…) Lo más importante es el país, Cataluña, más que cualquier partido político” aseveró el todavía presidente en funciones.
Dejar de formar parte de España, el objetivo que persigue Artur Mas, podría significar para Cataluña dejar de formar parte de Unión Económica y Monetaria Europea. Esta salida afectaría a la economía catalana en muchos aspectos. Los aranceles en exportaciones e importaciones elevarían los precios y Cataluña debería fijar con la Unión nuevas tarifas. Además, las exportaciones exteriores y las ventas a España se verían afectadas por la Tarifa Exterior Común, ya que dejarían de ser internas.